viernes, 14 de septiembre de 2012

¿Qué hay de las Proteínas?

Ayer me preguntaba una amiga si tenía información sobre las porteínas y me di cuenta de que me he enfocado mucho en hablar de lo que más daño nos hace y he dejado de lado algunas de las cosas buenas de la vida y para las que contamos con un programa genético.  Por ejemplo, las proteínas. 
Las proteínas son salud, son juventud, son buena figura.  Si faltan las proteínas, en el cuerpo las cosas dejarán de ir como debería.  Bajará el metabolismo.  Cada célula se debilitaría.  Te quedarías sin energía. Y es que el cuerpo está formado por proteínas.  Cada célula, los músculos, las hormonas, las defensas, sangre, las enzimas, la piel....El 20% de la estructura corporal está basada en las proteínas.  Durante el crecimiento sirven para crear tejidos nuevos y en la edad adulta para reparar o renovar los que ya están formados.
Además las proteínas estimulan hormonas, como el glucagón, que regula el metabolismo ayudándonos a adelgazar.  Las proteínas sacian el apetito,y por eso las dietas ricas en proteínas han tenido tanto éxito, mientras que la historia de las dietas bajas en grasas han hecho que la gente cada día consuma menos proteínas por lo que disminuyen la masa muscular y aumentan la grasa.
Las proteínas son moléculas relativamente grandes. Sin embargo, sus componentes esenciales son compuestos naturales llamados aminoácidos.  Las proteínas usadas por el cuerpo humano requieren veinte aminoácidos.  El cuerpo puede producir once de estos aminoácidos; los nueve restantes conocidos como aminoácidos esenciales, deben provenir de los alimentos. 
Algunos expertos consideran que el cuerpo humano para mantenerse sano y en forma necesita consumir diariamente 1 gramo de proteína por cada kilo de masa corporal.  Los deportistas pueden necesitar más, pero de cualquier modo puedes consumir más de las proteínas magras sin exponerte.  Por el contrario te ayudarían a gastar más energía por las siguientes razones:
  1. Digerir las proteínas consume más energía (calorías) que digerir carbos o grasas.
  2. Estimulan  la producción de la hormona glucagón. El glucagón envía señales al cuerpo para trasladar la grasa alimentaria al torrente sanguíneo y utilizarla como fuente energética en lugar de almacenarla.
  3. Ayuda a conservar la masa muscular, que de otro modo podría sacrificarse con una dieta de pérdida de peso rápida.
  4. Comer proteínas ayuda a mantener estable el nivel de azúcar en la sangre.
  5. Elevan el metabolismo y aceleran la acción de la glándula tiroides, cuya principal función es regular el metabolismo.
  6. Ayudan a moderar el apetito para evitar los atracones.
Quiero aclarar que me estoy refiriendo a proteínas magras de origen animal.  Pescados como salmón, atún, lenguado, tilapia, corvina, sardinas.  De las aves las partes magras como la pechuga de pollo, de pavo, huevos hasta dos diarios (no más de 4 yemas por semana si sufres de colesterol alto) y claras hasta 4 por ración.  Las carnes rojas deben comerse con moderación, lo mismo que aquellos cortes con grasa y embutidos.  Éstos últimos deben consumirse ocasionalmente.
Para mí las meriendas proteínicas son un éxito porque te sacian, te quitan la ansiedad y no te aportan azúcar en la sangre que es lo que debemos evitar para bajar o mantener nuestro peso y nuestra energía al tope.  Por ejemplo:  yogour, pavo, queso fresco bajo en grasa, queso cottage, 20-30 gramos de nueces sin tostar resultan muy buenas opciones.
También podemos encontrar proteínas en otro tipo de alimentos como lo son el arroz silvestre, el amaranto, las lentejas, la coliflor, el brócoli, las semillas, etc.  No quiero terminar sin hablarles de la quinoa.  Es una excelente fuente de proteína menos conocida en nuestros países pero cuyo consumo se está poniendo de moda y les cuento que vale la pena atreverse, ya que muchos investigadores han demostrado sus beneficios a la salud. 
Yo hasta hace poco la probé y me encantó y a mi familia también, sustituye al arroz.  Es una semilla, no un grano pero al entrar en contacto con el agua y el calor su tamaño crece y a mi se me parece al granito de cebada.  Tiene múltiples usos.  En internet hay miles de recetas pero una forma muy fácil de introducirla es cocinándola según las instrucciones de la caja y agregándola a un guizo de verduras, carne o pollo.  Casi no se siente y queda realmente rica.  También se puede preparar con vegetales y se puede comer caliente, tibia o fría, según tus preferencias.  La próxima vez que vayas de compras atrévete a comprarla y pruébala.
Recuerda entonces incluir proteínas en todos tus tiempos de comida para empezar a obtener más beneficios de ellas.  Tu cuerpo te lo agradecerá y en poco tiempo se te empezará a notar.  No dejes de contarmelo.

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