domingo, 7 de octubre de 2012

El conocimiento cambió mi vida y quiero compartirlo

Cuando tomas una decisión de vida es muy difícil sostenerla en un mundo en el que la mayoría de las personas te miran como un si fueras una “fitness freak”.  Honestamente, no me importa.  Estoy convencida de que aprender y actualizarme sobre nutrición y salud me va a permitir sentirme bien y cómoda conmigo misma por varios años más.  Yo como casi de todo, solo que ahora entiendo mejor cómo funciona verdaderamente mi cuerpo.  Eso me ha permitido hacer  conciencia,  eligir mejor y moderarme ante lo que sé que no me conviene. 

Pero no deja de ser un poco frustrante estar rodeado de personas que comen lo que sea, cuando sea y además me miran como bicho raro cada vez que les digo algo de lo que he aprendido y trato de hacer.  No logran entender por qué aún de vacaciones hago ejercicios 5 días a la semana y menos cuando digo “no gracias” a una gaseosa.  Pareciera que les importara muy poco su salud y su apariencia física o que a mí me importa demasiado.
Pero cada quién encuentra su recompensa y su satisfacción en lo que hace con convicción y decisión.  De lo contrario, sería muy fácil seguir con los mismos viejos hábitos y como dice una buena amiga:  “el que puede puede y el que no critica”.

No puedo con la gente que me dice “yo no como eso”, “yo no sé cocinar”, “a mí no me gusta hacer ejercicios”.  Pero escuchan de una pastilla o de unas gotas y las quieren comprar para poder rebajar.  Eso es absurdo, raya en la ignorancia.  Es imposible lograr algo que valga la pena sin esfuerzo alguno.  Hay que cambiar hábitos, eso es muy duro, pero no imposible.  Hay que atreverse a comer cosas que nunca antes han comido y que muy probablemente le van a gustar.  Hay que cocinar, no queda de otra.  En mi cocina el lema es “la buena cocina es fácil”.  Las cosas más ricas  y saludables son las más sencillas de preparar, no llevan muchos ingredientes y se disfrutan mucho.

Me siento realmente muy feliz de poder compartir mis conocimientos y mis recetas con la gente que quiero y aprecio y a quienes les deseo larga vida y salud.  Por eso cree este blog y también organizo cursos de cocina.  Quiero que la gente experimente con nuevas recetas, con nuevas combinaciones, que se den cuenta de lo fácil que es comer bien, que no hay que sacrificar sabor para lograrlo y que trae consigo demasiados beneficios.

Mi próximo curso será de ensaladas, pero más que prepararlas lo que pretendo es que las prueben, que las degusten y que salgan dispuestas a prepararlas en casa.  Además les daré algunos consejos de nutrición y les explicaré cómo funciona el cuerpo.  Después de este curso de dos días, empezaré con una serie de clases que he llamado "Días de la Semana".  Durante esta serie prepararemos menús diarios, nada complicados, pero sí muy diferentes y saludables.  Las clases serán en mi cocina, cada 15 días y la intención con estas clases es que vengan, me ayuden a preparar los platos,  nos sentemos a la mesa y puedan repetirlos en casa.  También trabajaremos sobre el menú semanal.


miércoles, 3 de octubre de 2012

ENSALADA FUSION ORIENTAL

Esta creación es una mezcla entre Asia, Oriente Medio y Occidente, por lo que es una verdadera fusión de sabores, aromas y texturas.  El aderezo a base de tahini le aporta un alto contenido de calcio y ese sabor que nos evoca la comida libanesa, mientras que el jengibre nos lleva a Asia y el dulce mango nos habla de lo nuestro.  Yo la serví como acompañante de un pollo con salsa Hoisin.  Espero que les guste.


Ingredientes

1 (4 tazas) Lechuga

2 tazas de repollo morado

1 pepino grande

1 zanahoria

4 rábanos
Jengibre al gusto

1 mango maduro pero firme

Semillas de ajonjolí

Aderezo

¼ taza de tahini

½ taza de yogur

El jugo de medio limón

1 cucharada de miel de abejas

Procedimiento

Lavar y escurrir bien la lechuga antes de picarla en trozos medianos.  Rallar el repollo morado, lavarlo y escurrirlo.  Rallar la zanahoria.  Pelar el pepino, partirlo a la mitad y retirarle las semillas, luego cortarlo.  Pelar y picar el mango.

Rebanar los rábanos y el jengibre.

Combinar todos los ingredientes en un tazón y reservar hasta el momento de servir.

Para el aderezo mezclar todos los ingredientes y agregar a la porción de ensalada que se va a consumir.

Al servirla agregar por encima semillas de ajonjolí.