miércoles, 5 de septiembre de 2012

La Desintoxicación está de moda

La mayoría de las personas creemos que el manejo del peso se limita sólo a una sencilla lista de alimentos que se deben comer o no comer. Diversas investigaciones han demostrado que las toxinas vuelven lento el índice metabólico del cuerpo; disminuyen la sensación de saciedad y por ello, inducen a ingerir más y más calorías; y limitan la habilidad para quemar grasa.  Las toxinas no sólo pueden llevar a ganar peso sino también a sabotear la habilidad para perderlo.

Las toxinas ambientales incluyen químicos domésticos, contaminantes industriales, aditivos alimenticios y pesticidas.  Las toxinas internas son los productos de desecho generados por los procesos metabólicos normales dentro del cuerpo.  Dichas toxinas metabólicas son el resultado de la descomposición de proteínas, almidones y grasas.

Cuando el cuerpo se enfrenta a la toxicidad, en su esfuerzo por diluir las toxinas hidrosolubles, retiene agua, y en su intento de diluir las toxinas solubles en grasa, retiene grasa.

Mientras más grasa se tiene más toxinas se retienen.  A medida que se pierde peso, las células grasas liberan toxinas en el torrente sanguíneo.  Una vez que estas están en la sangre pueden ocasionar todo tipo de problemas.  La desintoxicación es el proceso de atrapar estas toxinas y sacarlas del cuerpo.

Lo cierto es que no podemos vivir en una burbuja libre de toxinas.  La buena noticia es que podemos minimizar sus efectos procurando consumir alimentos orgánicos, productos de limpieza naturales, haciendo ejercicios, tomando baños sauna, comiendo vegetales y frutas, o con programas de limpieza y suplementos herbales.  Un excelente complemento, que favorece mucho este proceso son los drenajes linfáticos.

Esto se ha puesto de moda ahora, pero este concepto es tan antiguo como el concepto de la salud.  Hay referencias de procedimientos para lograrlo desde hace miles de años, donde los médicos ya usaban enemas para ayudarle al cuerpo a limpiarse y a combatir las enfermedades.

Ahora sabemos que la solución o las alternativas no tienen que ser extremas e invasivas.  El ejercicio por ejemplo, mueve el sistema linfático, el cual es el encargado de recolectar las toxinas.  De esta manera durante el ejercicio el sistema linfático descarga las toxinas en el sistema circulatorio donde pueden ser procesadas por el hígado y eliminadas a través de la vejiga o el colon. 

El ejercicio al igual que el baño sauna ayudan a sudar toxinas.  En el caso del baño sauna, éste ayuda a subir la temperatura basal con lo que se logra estimular la producción de la hormona de crecimiento, que le ayuda al cuerpo a botar grasa conservando masa muscular magra.  Y también  beneficia a la piel, ya que se eliminan muchos desechos celulares a través de los poros.

También existen en el mercado muchos tratamientos de desintoxicación a base de hierbas y hay médicos naturistas que también pueden ayudar con estos procesos de la forma más conveniente para cada persona.
 
Te invito a que tomes la decisión de iniciar un plan de desintoxicación antes de comenzar un programa para perder peso para que nada sabotee tus esfuerzos, puedas alcanzar tus logros y mantener una buena salud.

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