Hace algún tiempo que no escribo
nada y las razones son varias. La
primera es que he tengo tantas cosas que
quisiera compartir que no sé por dónde empezar.
Mmmm suena a excusa barata, pero no lo es. Créanme, además yo me tomo mi tiempo para
hacer algunas pruebas conmigo misma y tratar de verificar en otras fuentes la
información. También estoy haciendo la
segunda edición de mi recetario de ensaladas, esta vez con un enfoque mucho más
nutricional, y la tercera razón es que he estado preparando menús
personalizados para mis primeras seguidoras. Bueno, sin más explicaciones, entremos en
materia.
Cuando me preguntan qué he estado haciendo en los últimos meses y les
digo que estudiando sobre nutrición y enterándome de cosas increíbles, como por
ejemplo, que los cereales no son un alimento dietético y que debemos prescindir
de ellos en su totalidad porque no alimentan ni ayudan a perder peso. Lo que me preguntan algunos es ¿y entonces
cómo vamos a conseguir la fibra?
También les digo que he aprendido que nuestra meta debería ser consumir
solo carbohidratos complejos. A lo que algunos
responden orgullosamente: ¡pero yo como todo integral!
Es evidente que somos víctimas del
desconocimiento y de la mala información. Que nos hemos dejado engañar por campañas publicitarias que nos han hecho creer que estos productos tan altamente procesados son buenos y todo a conveniencia exclusiva de los
bolsillos de los fabricantes de la industria alimenticia.
Por eso hoy voy hablarles un poquito sobre la fibra. ¿Qué es?
¿Por qué es importante consumirla? Y ¿De dónde proviene?
La definición más básica que he encontrado es esta: fibra es la parte del alimento que no puede
ser digerida o descompuesta en forma de energía para el cuerpo. Es por eso que no tiene calorías. Es considerada como un tipo de carbohidrato
complejo, pero no puede ser absorbida para producir energía. Se obtiene sólo de las plantas: frutas, verduras, nueces, semillas y granos. Ningún producto animal contiene fibra. La fibra proviene específicamente de las
paredes celulares de las plantas.
Has varios tipos de fibra o categorías, pero creo que no es necesario ni
siquiera mencionar sus nombres, un tanto difíciles de pronunciar, porque a fin
de cuentas lo que nos interesa es la medida en que la fibra alimenticia tiene
relación con el cuerpo. Así tenemos
entonces fibra soluble e insoluble. Es
necesario consumir ambos tipos porque cada una aporta beneficios únicos.
La fibra no es un nutriente ya que el cuerpo humano no puede
digerirla. Aunque la fibra en sí no
contiene nutrientes, el alimento en el que se encuentra los contiene en
abundancia, y esto constituye una fuerte conexión dietética.
La fibra soluble se disuelve y se descompone en agua; cuando esto ocurre
forma un gel grueso. Ésta tiene la
función de prolongar el vaciado del estómago para que el azúcar se libere y se
absorba más despacio y también se amarra a los ácidos grasos que son los
componentes básicos de las grasas. Por
lo tanto, ayuda a regular los niveles de azúcar sanguíneo, baja el colesterol total y el LDL (colesterol malo) y remueve
toxinas.
Algunas fuentes de fibra soluble
son: Arándanos, lentejas, salvado de
avena, cebada, manzanas,
naranjas, duraznos, remolachas y zanahorias.
La fibra insoluble, no se disuelve ni se descompone en el sistema
digestivo humano. Ella pasa por el
tracto gastrointestinal casi intacta.
Por eso tiene la función de mover el bolo a través del intestino y
controlar y balancear el pH (grado de acidez o alcalinidad) en los intestinos.
Este tipo de fibra estimula los movimientos intestinales, previene el estreñimiento,
la colitis, remueve desechos tóxicos del colon, contribuyendo así a la
prevención del cáncer de colon.
Algunas fuentes de fibra insoluble son:
avena integral, coliflor,
todas las coles, cáscara de
papa y de tubérculos , cáscara de frutas, frijoles, linaza, palomitas de maíz, salvado
de trigo y cereales de grano entero.
Como pueden ver el consumo de vegetales, frutas y granos enteros es
fundamental en una alimentación balanceada.
Además de fibra ellos contienen fitonutrientes, que son esenciales para
la una salud óptima y la mayoría de ellos contienen una baja carga calórica y
bajo índice glicémico.
Queda claro entonces que no es necesario consumir alimentos altamente
procesados aunque sean integrales para obtener la fibra. La mejor fibra se obtiene de alimentos en su
estado natural.
Claro está que eliminar estos alimentos de nuestra dieta, de la noche a
la mañana, no es fácil. Hasta pensarlo
resulta difícil, por eso yo propongo que los sustituya por ricas ensaladas y
vegetales preparado de manera creativa, así no le va a resultar difícil
disminuir porciones y con el tiempo eliminarlas.
Una vez internalizadas las razones antes expuestas, es más fácil, hacer
conciencia y elegir mejor a la hora de preparar nuestro menú y al comer
fuera de casa.
Yo apuesto a que todo está en el conocimiento. Hay que saber que Sí estamos comiendo
carbohidratos cuando comemos vegetales, frutas y granos y además estamos aportándonos la fibra
necesaria y todo de la mejor forma, de forma natural.
En el siguiente post les voy a hablar sobre una razón más para evitar todo lo procesado. Estén pendientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario