El metabolismo
es la suma de todos los movimientos, acciones y cambios que ocurren en el
cuerpo para convertir los alimentos y los nutrientes en energía para
sobrevivir.
Por
alguna misteriosa razón algunos de nosotros engordamos hasta con mirar la
comida. Parece que no valen de nada las horas de gimnasio y todos los productos
"cero grasa" que tenemos en el refrigerador. Cuando esto sucede
decimos que tenemos el "metabolismo lento". Lo peor de todo es que
solo asociamos un metabolismo lento al hecho de que nos cuesta bajar de peso
pero la realidad es mucho más peligrosa que eso. Esto es debido a que cuando el
metabolismo es demasiado lento, todos los procesos del cuerpo también son
lentos y ello se puede reflejar en estreñimiento, acumulación de tóxicos, mala
circulación, muchas infecciones, mala digestión, colesterol, sobrepeso y
obesidad entre otras. Nos aferramos a la idea de que hacer una dieta es el
único camino para lograr adelgazar y sentirse bien y dejamos de lado una gran
cantidad de factores que reducen el metabolismo y lo hacen "lento".
Por eso la información que nos brinda este libro es un portal para sacarnos de
nuestra ignorancia y que podamos tomar cartas en el asunto para descubrir cuál
o cuáles de estos factores son los que nos están causando tener "un
metabolismo lento".
Voy
empezar por la primera causa que es el
exceso de azúcares y carbohidratos refinados.
Los carbohidratos
son alimentos necesarios. Pero existen dos calidades de carbohidratos: carbohidratos
naturales y carbohidratos refinados. Los que están en su estado natural sin
haber sido manipulados industrialmente por el ser humano. Ejemplo: vegetales y
frutas. Los refinados son productos modernos de la industria alimentaria y han
sufrido una variedad de procesos de pulido, blanqueado, molido y refinación.
Algunos carbohidratos
naturales son muy dulces como el plátano, el mango o las pasas. Otros no tienen
tanta azúcar como las fresas, las manzanas y las peras.
Cuando
los carbohidratos se procesan industrialmente pierden una buena parte de su
valor nutritivo (vitaminas y minerales) y se convierten en alimentos que nos
engordan con facilidad. Por ejemplo la parte más nutritiva del trigo es el
germen de trigo, que es donde el grano tiene todas sus vitaminas y minerales y
nosotros terminamos comiéndonos sólo el almidón (azúcar simple) del trigo.
Los
procesos industriales para refinar los carbohidratos son violentos. Estos
alimentos están tan refinados y sus moléculas son ya tan pequeñas que el cuerpo
humano los convierte en glucosa rápidamente sin mucho esfuerzo. Todo lo que
aumente demasiado la glucosa en el cuerpo habrá de crear un exceso de grasa
corporal.
Con
excepción del maíz y la remolacha, prácticamente todos los otros vegetales nos
ayudarán a adelgazar y a proteger nuestro organismo. La remolacha se usa hoy en
día como fuente principal del azúcar blanca refinada. Por otro lado, pocos
alimentos engordan más que el maíz por su alto contenido de azúcar fructosa.
Tanto así que los derivados del maíz son utilizados para engordar cerdos,
gallinas y ganado.
Además los carbhidratos refinados son adictivos. El consumo excesivo de ellos causa un estado de acidez en el cuerpo que reduce el metabolismo. También tienen un efecto devastador sobre nuestro estado de animo ya que causan sueño y cansancio y eso tiende a ponernos intolerantes y de mal humor y a muchos los lleva a la depresión.
Estos
también favorecen los procesos inflamatorios del cuerpo como migrañas, dolores
artríticos, dolores de espalda, daños en el corazón, hígado y riñones. Se ha
observado que las dietas que recomiendan para aliviar estas dolencias es rica
en proteínas muy digeribles como el pescado y vegetales y frutas por su
contenido de polifenoles que bloquean la inflamación.
No tienen por qué creer en todo cuanto he dicho. Hagan lo que hice yo. Comprueben por Ustedes mismos algunas de las ventajas de hacer los cambios sugeridos a la hora de comer. Almuercen durante una semana una comida baja en carbohidratos
refinados y alta en proteínas y vegetales(Por ejemplo: Un filete de corvina, ensalada verde y tortas de zuquini) y observen como se sienten durante la tarde. Y observen cómo empieza a mejorar su digestión,
cómo se disminuye el estreñimiento, cómo aumenta la energía y cómo cambia su
estado de ánimo. Eso es tener calidad de vida. Observen también, cúanto tiempo pasa antes de que vuelvan a tenr hambre. De seguro será en un periódo de no menos de 4 horas, a diferencia del día en que decida comer pasta.
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