viernes, 22 de junio de 2012

PEQUEÑOS CAMBIOS QUE HACEN LA DIFERENCIA Y SE NOTAN


Hace apenas 5 meses que empecé a leer y a documentarme sobre nutrición y no dejo de sorprenderme, por un lado, de lo ignorante que había sido hasta ahora, en esta materia, y en segundo lugar, de la cantidad de información valiosa que existe hoy día para quienes se interesan en el tema y se toman el tiempo de analizarla para determinar la veracidad de la fuente y la efectividad de lo que aconsejan.
Este es mi caso.  Aun cuando siempre me he cuidado mucho, nunca me interesé en informarme de primera mano sobre lo que realmente debía comer.  Me conformaba con los artículos de las revistas y uno que otro reportaje de la tv.  Sin embargo, por cosas de la vida, me vi en la necesidad de ilustrarme un poquito sobre el tema, para poder ayudar a alguien más, sin imaginarme que sería yo la más beneficiada en todo el proceso.
Hoy coincidí en el gym con una chica que tenía algún tiempo de no ver y me dijo, lo mismo que me han dicho otras compañeras:  “estás flaquísima”.  Bueno, yo no me veo así, pero si estoy convencida de que los cambios que he estado haciendo funcionan porque me siento super bien y por lo visto se notan.
Yo no estoy a dieta, solo estoy más consciente de lo que debo comer, cuándo y cómo.  No me privo de nada.  Me doy mis gustitos algunos días, cuando la ocasión lo amerita.  Esos días no son de excesos, simplemente me doy el gusto de comer aquellas cosas que me acostumbré a comer desde hace mucho y ahora entiendo que no son tan sanas y que afectan mi metabolismo de forma negativa (o sea engordan).  Me fui de viaje 10 días y luego 4 más y la pesa sigue marcando lo mismo.  El efecto del gym se nota mucho más, mis músculos están mucho más definidos y algunos hasta marcados, como nunca antes.  Y todo esto ahora que me acerco a los 40.  Wao!  Eso es algo que realmente me hace sentir muy bien.  Tengo mucha energía, mi sistema digestivo ha mejorado un montón, la ropa se me ve muy bien y no me estoy matando de hambre, solamente entreno una hora diaria, la cual disfruto muchísimo y además les estoy enseñando a mis nenas mejores hábitos.
Mi mejor consejo: Investigue.  No crea todo lo que le dicen, porque información hay demasiada.  Unos te dirán que 5 comidas, otros que el café es malo, otros que no comas carbos, otros que solo comas proteínas y otros que te vuelvas vegetariano.  Todo eso para lo único que sirve es para confundirte y mantenerte con esas libras de más.
Cuando uno se toma el tiempo de investigar puedes ir comparando las distintas posturas de los investigadores, médicos, profesionales en nutrición y en fitness y vas sacando tus propias conclusiones. 
Cada cuerpo es un mundo aparte y como tal funciona diferente, es cuestión de ir probando lo que mejor nos hace sentir y lo que mejor nos hace ver.  Investigando logras desarrollar un mejor criterio de elección de alimentos.  Yo lo resumo así, sin darle tanta vuelta al asunto. 
Lo primero es entender cómo funciona el cuerpo humano cada vez que comemos los distintos tipos de alimentos (proteínas, carbohidratos, vitaminas y minerales).
Lo segundo es conocer sobre el índice glicémico y aprenderse de forma general sus principios para poder controlar las porciones de los alimentos que mayor IG tienen y no equivocarnos al momento de combinarlos con otros alimentos.
En tercer lugar, tener muy claro que lo que realmente nos engorda y hace daño a nuestra salud son los azúcares, las harinas y las grasas trans.
Y por último, lo que más me gusta hacer a mí.  Tomarse el tiempo de planificar lo que vamos a comer para no improvisar y hacer las combinaciones más óptimas de proteínas magras, vegetales fibrosos, frutas, grasas buenas y carbohidratos complejos o naturales.
Todo esto sin dejar de lado que es muy importante hacer ejercicios por lo menos 3 veces por semana y tomar mucha pero mucha agua.
Otra cosa muy importante es nuestra motivación personal, nadie puede hacer un cambio permanente si no está convencido de todas las ventajas y beneficios que va a obtener.  Hay que querer hacerlo.  Rodearse de personas que tienen tus mismos objetivos es muy positivo porque se alientan entre sí.  Leer constantemente información actualizada sobre nutrición y salud, es muy bueno porque siempre hay algo nuevo que aprender y que poner en práctica para mejorar.  Pero ojo! Que cada día sale algo que contradice la verdad de ayer.  Yo espero a que alguien más publique, investigue y opine sobre el tema para tomar en cuenta ese “nuevo” hallazgo.  Si no nos podemos volver locos con tanta información, aveces mal utilizada o mal enfocada.
Verse y sentirse bien es lo mejor que nos puede pasar.  De allí parte el éxito y la plenitud en todas las facetas de la vida. 
Los padres no debemos olvidar que nuestros hijos pocas veces nos escuchan pero siempre nos ven y el ejemplo que les demos va a forjar en ellos un hábito, por lo tanto, a predicar con el ejemplo para que nuestros hijos aprendan buenos hábitos de vida.

domingo, 3 de junio de 2012

MENU SEMANAL No. 4

Cada semana tenemos tantas cosas que hacer que disponer 30 minutos para planear nuestro menú semanal se hace difícil.  Pensemos en las ventajas que esto tiene y pronto estaremos haciendo un espacio en la agenda para lograrlo.  Primero, la planeación nos evita improvisar y la improvisación es lo peor cuando el propósito es mantener el equilibrio de nuestra alimentación.  Saber qué vamos a preparar en la semana nos facilita las compras en el supermercado, nos permite ahorrar algo de dinero y hacer mejor aprovechamiento de lo que compramos, porque evitamos que se nos dañen las frutas y los vegetales.  También nos permite comer más fresco, rico y variado, de forma tal que satisfacemos nuestras necesidades físicas, nutricionales y emocionales.  Por eso dispongámonos, que hacerlo tiene sus ventajas y pronto nos formaremos el buen hábito.

Note que yo incluyo el arroz en mis comidas porque no todos en la casa tienen que privarse de disfrutarlo, a los niños les encanta, y ojalá blanco, y otros miembros de la familia lo necesitan.  Sin embargo, a nosotras que nos cuidamos más, cada vez nos hará menos falta y el día que tengamos deseos de comerlo, bien podemos, siempre y cuando estemos consientes de que eso nos limita la porción de postre, si es que queremos comer algo dulce.  Eso aplica también para las papas  y la pasta.
No es que no se pueda comer, el cuerpo necesita carbohidratos pero para mantener el peso si es necesario contarlos y muchas veces nos olvidamos de que algunos vegetales, frutas y granos también los aportan.  Es por eso que al final del día se nos va la cuenta muy alta y no logramos bajar o mantenernos.

Esta es una sugerencia de menú en el que casi todas las opciones son bastante sanas, sin embargo, yo en casa acostumbro a hacer un día una comida libre.  Lasagna, pasteles salados, arroz con pollo, con mariscos, o algún plato con crema como risotto.  Eso si, procuro que  el desayuno y la cena que sean ligeras o bajas en carbos.  De esa forma, y comiendo bien durante la semana, nos podemos dar ese gustito sin causar ningún efecto indeseable a nuestro cuerpo.  Lo mismo aplica si quiere salir a cenar o almorzar fuera.  Trate de hacerlo una o dos veces por semana y no más.

LUNES
MARTES
MIERCOLES
JUEVES
VIERNES
SABADO
DOMINGO
Ensalada caprese
Pescado con salsa de mostaza con calabacines a la plancha
*arroz
Cena:  sopa de pollo con verduras y miso
Ensalada Tabule
Carne asada entomatada
Ensalada de papa con vinagreta
Cena:  Tortilla de huevos con espinacas, cebolla y hongos
Pollo con y vegetales y semillas de marañón
Fideos chinos
Cena: Ensalada de atún (lechuga, tomate, aceitunas, huevo duro, etc)

Ensalada de berenjenas con piñones y salsa de yogour
Chuletas de cerdo asadas con hierbas
Tomates asados
Cena:  Carpacho de salmón
Sopa de lentejas
Rollos de pollo y espárragos
Ensalada de berros y naranja
Cena:  Quesadillas
Ensalada de camarones y aguacates
Pescado a la plancha sobre cama de
vegetales en salsa de brandy
*arroz
Cena: Tortas de carne coronados con cebolla y hongos y sobre lechuga tomate y  
Pasta corta con salsa primavera (tomate y vegetales)  Pollo a la plancha
Cena:  Minestrone sin pasta ni
pan